La importancia de tener hábitos para una buena alimentación

¿Qué es una buena alimentación?

Una alimentación adecuada y saludable es aquella que le proporciona a nuestro organismo todos los nutrientes necesarios para mantenernos sanos, sentirnos bien y tener energía a lo largo del día.

¿Qué diferencia hay entre alimentación y nutrición?

La principal diferencia es que la alimentación es la acción de comer cuando tenemos hambre, es un acto voluntario, mientras que la nutrición es un proceso inconsciente e involuntario, es el trabajo del organismo vinculado a la digestión, absorción, transporte, utilización y eliminación de los nutrientes.

Nuestra dieta debe ser variada e incluir todos los grupos nutricionales:

  • Grupo 1: Frutas, verduras y hortalizas
  • Grupo 2: Cereales integrales y tubérculos
  • Grupo 3: Legumbres
  • Grupo 4: Aceites y grasas saludables
  • Grupo 5: Lácteos
  • Grupo 6: Carnes, pescados, huevos, mariscos…

Debemos intentar que nuestros platos sean lo más completos posibles y adaptarlos a las exigencias de cada cuerpo según la edad, el peso, la actividad y el estado de salud.

Tener unos buenos hábitos en la alimentación nos ayuda, entre otras muchas cosas, a:

  • Disminuir los niveles de estrés al mismo tiempo que aumenta la energía, la vitalidad y la facilidad para mantener la concentración.
  • Obtener los nutrientes, vitaminas y minerales esenciales para el desarrollo adecuado del cuerpo y la mente.
  • Disminuir las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
  • Mantener el peso, hay menos posibilidades de subir de peso por excesos de alimentos procesados o de bajar de peso por deficiencia de nutrientes.
  • Retrasa el proceso de envejecimiento
  • Ayuda a conservar la piel, el cabello y uñas sanas.
  • Estimula el sistema nervioso y mejora la salud cognitiva y la circulación sanguínea

¿Cómo podemos mejorar nuestros hábitos?

En KIME te ayudamos a conseguir que lleves una dieta saludable y adecuada a tus necesidades. Una buena forma de empezar es haciendo un diagnóstico sobre qué, cuándo y cuánto comemos y pensar qué es realmente en lo qué queremos mejorar o lograr.

Hay que ser consciente de que nuestros hábitos no van a mejorar de un día a otro, hay que ser pacientes y constantes para conseguirlo.

Algunos consejos de nuestros profesionales son:

  • Ten una planificación del menú semanal equilibrado y variado
  • Bebe al menos 1’5L de agua al día
  • Evita las grasas saturadas, harinas refinadas y azúcares.
  • Reduce la ingesta de alcohol
  • Limita el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos procesados con elevado contenido de grasas, azúcar y sal
  • Haz que predominen comidas caseras y come despacio
  • Mantén cuerpo y mente activos

Para conseguir un cambio en nuestros hábitos alimenticios no es suficiente con la motivación, debe tenerse un conocimiento adecuado para comer de forma equilibrada y rica.

En KIME hacemos consultas completamente personalizadas para conseguir un plan que se ajuste de la mejor forma a cada paciente, sea cual sea su objetivo, aprender a comer mejor, bajar o subir de peso, aumentar masa muscular, tratar abordajes nutricionales de pacientes con patologías…

Cambiar los hábitos alimentarios es una de las mejores formas de promover la salud, el buen funcionamiento del organismo y evitar enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer, déficits en la función cerebral, anemia…

«El que no tiene tiempo para cuidar su salud, algún día deberá tener tiempo, dinero y paciencia para curar su enfermedad«

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